Freelance o autónomo, ¿es lo mismo?

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A menudo, el término inglés freelance para referirse a quienes trabajan por cuenta propia genera confusión en muchas personas que creen equivocadamente que es lo mismo que autónomo. Es cierto que tanto el freelance como el autónomo son trabajadores independientes que prestan servicios por cuenta propia a un tercero, es decir, no son su asalariado. Pero ambos términos no son equiparables ni sinónimos.

Definición de freelance

Un freelance es un trabajador por cuenta propia que presta ocasionalmente sus servicios profesionales a otras personas o empresas a cambio de una compensación económica.

Su figura no está contemplada ni en la legislación española ni en la europea.

Definición de autónomo

Por el contrario, la figura del autónomo sí está regulada, concretamente en el art. 1.1 de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo, donde se dice que son autónomos las personas físicas que realicen de forma habitual, personal, directa, por cuenta propia una actividad económica o profesional a título lucrativo, ya sea a tiempo completo o a tiempo parcial.

Diferencias entre freelance y autónomo

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Entre la actividad de un freelance y un autónomo existen, como decimos, algunas diferencias fundamentales.

Frecuencia

La frecuencia o repetición de la actividad es una de las principales diferencias entre un autónomo y un freelance.

• La actividad del freelance debe ser eventual, esporádica, es decir, que no se repita sistemáticamente en el tiempo, y, además, la compensación económica que reciba por dicha actividad o servicio no puede ser siempre la misma.
• La actividad del autónomo, en cambio, la realiza de forma habitual.

Ganancias

• Las ganancias mensuales de un freelance no pueden superar en ningún caso el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), (950 euros en 2020).
• El autónomo no tiene ningún límite de ganancias. Cuanto más gane, mejor.

Fuente de ingresos

• La actividad de un freelance no debe ser su única fuente de ingresos.
• La remuneración que recibe un autónomo por su actividad constituye el 100 por cien de sus ingresos.

IAE

• Todos los autónomos deben estar obligatoriamente dados de alta en el epígrafe correspondiente a su actividad en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
• Un freelance debe darse de alta también en este impuesto para poder emitir facturas, ya que en caso contrario no podría hacerlo.

Este es un punto que suelen pasar por alto muchos freelances que tienen que valerse de múltiples artimañas para cobrar sus servicios por no estar dados de alta en el IAE. Sin embargo, deben saber que si Hacienda se entera de su actividad, les pueden caer cuantiosas sanciones.

Lo mejor, por tanto, es darse alta en el IAE, que es un trámite sencillo, sin gastos, y declarar los ingresos obtenidos por su actividad a efectos de IRPF.

Tanto autónomos como freelances pueden compatibilizar su actividad por cuenta propia con un trabajo por cuenta ajena. En este caso, también deben darse de alta en el IAE.

RETA

• Todos los autónomos deben estar necesariamente dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que, aparte de proporcionales una mayor seguridad jurídica, les ofrece la posibilidad de conseguir distintos derechos y coberturas por sus cotizaciones.

Hay autónomos que cotizan por su actividad empresarial (hosteleros, tenderos, transportistas, electricistas, etc.) y otros por su actividad profesional (abogados, ingenieros, arquitectos, etc.)

• Un freelance no está obligado a darse de alta en el RETA siempre que su actividad sea eventual, no sea su principal fuente de ingresos y sus ganancias mensuales no superen el SMI.

Sin embargo, si no se cumple alguna de dichas condiciones, está obligado a darse de alta en dicho régimen, incluso si desarrolla también un trabajo por cuenta ajena.

En cualquier caso, es conveniente que el freelance se dé de alta en el RETA para tener mayor seguridad jurídica, puesto que, aun no superando el SMI, se han dado casos de haber sido sancionados por no estar dados de alta.

Facturación

• Un autónomo está siempre obligado a emitir factura por sus trabajos o servicios.
• Un freelance tiene la misma obligación, aunque no esté dado de alta en el RETA. En todas las facturas deberá añadir el 21 por ciento de IVA, a no ser que la actividad esté exenta o tenga alguna reducción. Asimismo, si factura a una empresa o a otro profesional, debe poner también el IRPF.

Vistas las diferencias entre ser freelance y ser autónomo, ya sabes las posibilidades que tienes si quieres materializar tu idea de negocio de forma independiente. Cuando comiences a percibir ingresos, no olvides contratar un Plan de Pensiones MAPFRE para asegurar tu futuro. Cuando llegue el momento de la jubilación contarás con un complemento a la pensión pública para mantener tu nivel de vida a pesar de la reducción de ingresos.