¿Eres un abuelo cuentacuentos?

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La narración oral es una tradición ancestral y durante muchos siglos, han sido los mayores los encargados de contar a las nuevas generaciones las historias de sus familias, de sus pueblos y de sus tradiciones para que, aunque pasaran los años, los recuerdos permanecieran imborrables. En pleno siglo XXI, los abuelos siguen siendo perfectos cuentacuentos que no deben olvidar su función en cada familia.

Si eres abuelo y nunca les has contado cuentos a tus nietos, te estás negando una gran experiencia para la que estás capacitado y estás privando al pequeño de una actividad 100 por 100 beneficiosa para su presente y su futuro. Merece la pena que te des la oportunidad de convertirte en el perfecto cuentacuentos de tu nieto o de otros niños de tu entorno más próximo. ¿Buscabas una forma de entretenerle en vuestro próximo viaje? la lectura es uno de los primeros recursos a utilizar.

¿Por qué un abuelo puede y debe contar cuentos?

Los mayores de hoy tienen tiempo libre y capacidades para la lectura, lo que les convierte en perfectos narradores. Son muchos los colegios, centros sociales y culturales que desarrollan entre sus actividades cuentacuentos para niños, de los que se encargan voluntarios de más de 60 años.

• La lectura es una afición que prevalece en las generaciones de mayor edad, es fácil que a un abuelo o abuela le guste leer y quiera compartir su pasión con los más pequeños.
• El tiempo que se precisa para ser un cuenta cuentos voluntario lo tienen muchos mayores que ya jubilados, buscan nuevas actividades para sentirse realizados.
• Los abuelos conocen historias y tienen una memoria privilegiada para los tiempos pasados. Aunque es posible que una persona mayor tenga dificultades para recordar detalles del día a día, es habitual que el pasado lo recuerden cada vez mejor.
• La tradición oral merece la pena y debe ser conservada, solo los mayores pueden cumplir con esta misión relatando sus vivencias a los jóvenes.
• Con el paso del tiempo, muchas personas ganan en empatía, tranquilidad y serenidad características perfectas y muy apreciadas para convertirse en un contador de cuentos infantiles 10.
• Contar cuentos estimula la mente de los mayores, manteniéndoles intelectualmente activos implicados en su familia y en la sociedad. Les aleja de la soledad no deseada y sus nefastas consecuencias en la ancianidad.
• La lectura en voz alta previene problemas mentales y demencias, según destacan los expertos.

Mientras que no existe ninguna contraindicación para que una abuelo se convierta en contador de cuentos, sí hay un buen puñado de pros de los que el mayor disfrutará si apuesta por contar historias tanto dentro de su familia como en grupos de amigos o incluso, en colegios o bibliotecas.

¿De qué ventajas disfrutan los niños?

Tanto los más pequeños como los no tan mayores se verán beneficiados si sus abuelos les cuentan cuentos, les leen historias o les refieren historias de sus antepasados, tanto como si van al teatro juntos o viajan en familia. Pero además, destacan beneficios muy concretos derivados en exclusiva de la lectura de un abuelo:

• Los niños suelen sentirse cómodos y atienden a las personas mayores, las consideran amigables y se relacionan por lo general con diversión y ocio.
• La figura de los mayores se hace presente en la vida de los pequeños, incluso entre los que no tengan la suerte de contar con sus propios abuelos, pero que participen en programas o talleres de cuenta cuentos a cargo de personas mayores.
• La forma de contar cuentos de los abuelos es diferente a todas las demás, los niños disfrutan de otras historias, otras formas de expresión e incluso, otros lenguajes o palabras que les enriquece de manera infinita.
• Los cuentos de los abuelos rellenan el tiempo libre de los niños facilitando la conciliación familiar y completando las necesidades de estimulación y formación de los más pequeños.
• Si el cuento del abuelo se instaura dentro de las rutinas del pequeño, los niños se sentirán atendidos y reconocidos dentro del núcleo familiar.

5 beneficios de leer a los pequeños

La costumbre de contar cuentos a los niños, por ejemplo, antes de acostarse, aún sigue arraigada; sin embargo, la falta de tiempo y el estrés de los padres de hoy hace que algunas familias le resten importancia a este gesto e incluso lo eliminen de sus días. El Seguro de Hogar MAPFRE con sus completos servicios y asistencia se encargará por ti de proteger y mantener en perfecto estado tu casa para que tengas tiempo para lo que de verdad importa: la lectura en familia, por ejemplo.

Pedagogos y psicólogos alertan de que eliminar la rutina de lectura con los más pequeños es un grave error, dado que es una actividad con grandes beneficios. Es importante que si en tu hogar hay niños, la hora del cuento no se cancele bajo ningún concepto.

La lectura facilita el descanso y ayuda los pequeños a conciliar el sueño. Los niños especialmente activos o con dificultades para relajarse suelen encontrar en la lectura un recurso perfecto para mejorar su capacidad para conciliar el sueño.

Escuchar cuentos facilita a los niños el desarrollo de la comprensión lectora, les ayuda a aprender vocabulario y a mejorar su propia expresión oral.

Atención y concentración

Escuchar como una adulto lee un cuento obliga a los niños a centrar su atención y concentración, dos condiciones imprescindibles para el estudio posterior.

Por muy básicas que sean las historias que se les leen a los más pequeños, siempre se transmite conocimiento sobre la naturaleza, la historia o los animales, por ejemplo.

Los cuentos de ayer y los de hoy son transmisores de valores universales como la solidaridad o el compañerismo. En la actualidad, es fácil encontrar cuentos específicos para ayudar, mediante la lectura, a los niños a superar miedos y temores, o situaciones complicadas como un divorcio.

El problema de la falta de comunicación o las dificultades actuales en las relaciones intergeneracionales pueden paliarse con un hábito de lectura abuelos-nietos iniciado, incluso antes de que el niño cumpla un año.  Se trata de un pequeño gesto, fácil y muy asequible a cualquier familia y que, sin embargo, reporta grandes beneficios y a muy largo plazo, mucho más allá de la infancia.