Afrontar gastos imprevistos en una empresa
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Para cumplir los objetivos marcados en un plan de negocio, lo deseable es controlar los gastos de la empresa mediante la elaboración de un presupuesto de gastos, para que el dinero que se va a gastar en la actividad se mantenga dentro de lo planeado. Sin embargo, con relativa frecuencia se producen unos gastos que, por su propia índole, no se pueden prever.
Son los llamados gastos imprevistos, que no son otra cosa que salidas de dinero generalmente esporádicas que no están comprendidas en la práctica diaria del negocio y que se producen por razones inesperadas, que no tienen por qué deberse a errores propios cometidos en la planificación, sino a múltiples causas.
Como decimos, son muchas las causas o situaciones que pueden provocar estos gastos imprevistos: sanciones o multas, incendios, inundaciones, averías y reparaciones de maquinaria o vehículos de la empresa, recargos administrativos, accidentes, actos delictivos, etc. En estos casos las aseguradoras cumplen un papel primordial al solventar los imprevistos que puedan surgir sin salirse de plan de gastos planificado por la empresa.
El Seguro Multirriesgo Empresarial MAPFRE ofrece soluciones para Pymes y otro tipo de entidades con una cobertura integral que protege tanto el patrimonio de la empresa como a las personas que desarrollan la actividad de la misma.
Cuando en una empresa todo marcha bien es fácil pensar que se tiene todo bajo control, pero la experiencia demuestra que no es así. Un imprevisto puede suceder en cualquier momento y por cualquier causa. Y entonces es necesario disponer de un plan para poder afrontar esos gastos sin que supongan un desastre económico para nuestra empresa.
Gastos inesperados en la empresa: ¿qué hacer?
Lo mejor es la previsión. Habría que destinar una partida para hacer frente a estos gastos imprevistos y de esta manera su resarcimiento sería menos traumático. Pero tener un dinero disponible, paradójicamente, cuesta dinero. Es decir, si lo hemos pedido prestado, debemos pagar unos intereses, y si empleamos los recursos financieros de la empresa, se perderán unos beneficios por no poder colocarlos en ningún otro proyecto o instrumento financiero.
En cualquier caso, hay que tomar una decisión. Para minorar el impacto negativo en la economía de la empresa de los gastos imprevistos es imprescindible adoptar una comunicación fluida y tomar las decisiones con rapidez.
Una posible salida ante unos gastos imprevistos, si no tenemos liquidez en ese momento, es recurrir a los préstamos rápidos que existen actualmente tanto para empresa grandes como para PYMES.
Algunas entidades de créditos 100 por cien online ofrecen préstamos a particulares y también para empresas de manera rápida. Las condiciones para las empresas son similares a las de un préstamo a nivel particular. La entidad tendrá presente la capacidad de la empresa para la devolución del préstamo y también su nivel de solvencia.
Algunos bancos, empujados por la iniciativa de estas entidades, han reaccionado para no perder mercado y están empezando a lanzar productos enfocados a negocios y aumentando la concesión de préstamos a empresas para que puedan obtener la liquidez necesaria para hacer frente a unas contingencias concretas. La empresa que solicite un préstamo de este tipo debe cumplir una serie de condiciones:
- Estar registrada en España.
- Tener un mínimo de beneficios.
- Estar debidamente documentada y al corriente en el pago de impuestos.
- Presentar un plan de negocios.
- Ofrecer determinadas garantías.
Sin embargo, a la hora de solicitar un préstamo hay que ser prudentes porque se puede entrar en una espiral de deuda difícilmente controlable. Debe hacerse solamente cuando se tenga la certeza de que se podrá devolver el dinero en el plazo acordado, que en este tipo de créditos, suele ser de 30 días.
Los créditos rápidos cumplen una función social y responden a una necesidad concreta de falta de liquidez. Usados con mesura son prácticos y provechosos, pero no hay que olvidar que están pensados para hacer frente a situaciones exclusivas, no para financiarse a medio o largo plazo, liquidar otros préstamos, satisfacer deudas de juego o ser utilizados con reiteración.
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